Es muy común tener la idea de que cuando los hijos e hijas llegan a la adolescencia experimentan muchos cambios, especialmente en la forma en la que se relacionan con sus padres y otras figuras adultas importantes en sus vidas, como si ya no les escucharan. Bueno… resulta que es cierto, ¡científicamente cierto!
Un equipo de la Universidad de Stanford ha estado investigando el funcionamiento del cerebro en niños, adolescentes y adultos jóvenes. A lo largo de los años, el desarrollo cerebral ha sido un tema de gran interés para psicólogos, neurólogos y pedagogos. Sin embargo, hasta hace poco tiempo, la tecnología necesaria para estudiar en detalle los cambios cerebrales durante la adolescencia era limitada o demasiado costosa.
La adolescencia es una etapa de intensos cambios tanto físicos como emocionales, y el cerebro experimenta una serie de transformaciones importantes durante este periodo. Comprender cómo se desarrolla el cerebro en diferentes etapas de la vida puede proporcionar información valiosa para mejorar la educación, la salud mental y el bienestar general de los jóvenes.
Gracias a los avances tecnológicos y a la investigación continua, ahora estamos obteniendo una mejor comprensión de este período revolucionario llamado adolescencia y cómo afecta al cerebro. El trabajo del equipo de la Universidad de Stanford (que puedes leer más en detalle aquí) sin duda contribuirá a ampliar nuestro conocimiento sobre el desarrollo cerebral en esta etapa crucial de la vida, lo que puede tener importantes implicaciones para el apoyo y el cuidado de los jóvenes durante su crecimiento y desarrollo.
El equipo de investigación llevó a cabo un estudio con una muestra de 46 niños y niñas, con edades comprendidas entre los siete y los 16 años, que estaban a punto de someterse a diversas pruebas médicas. Durante las pruebas, se les expuso a grabaciones de voz, tanto de sus madres como de mujeres desconocidas, para observar cómo su actividad cerebral respondía a estas voces.
Los resultados del estudio fueron curiosos e interesantes. Los niños menores de 12 años mostraron una respuesta neuronal muy intensa en los centros de recompensa y de procesamiento de emociones cuando escuchaban la voz de su madre. Esto indica que a edades más tempranas, la voz de la madre tiene un fuerte impacto emocional y está asociada con el centro de recompensa del cerebro.
Sin embargo, a partir de los 13 años, la situación cambió. En esta etapa de la adolescencia, la respuesta neuronal hacia la voz de la madre se modificó. Los centros de recompensa y de procesamiento de emociones mostraron una disminución en su actividad al escuchar la voz materna.
Estos hallazgos sugieren que, a medida que los niños entran en la adolescencia, su percepción emocional hacia la voz de la madre puede cambiar. Es posible que este cambio esté relacionado con el proceso de maduración cerebral y la búsqueda de independencia emocional característica de esta etapa de desarrollo.
Los resultados del estudio indicaron que alrededor de los 13 años, la edad media en la que los niños dejaban de mostrar una respuesta neuronal intensa a la voz de su madre, se volvían más receptivos a las voces previamente desconocidas. Esto sugiere que durante la adolescencia, el cerebro de los jóvenes experimenta cambios en su procesamiento emocional y puede ser más abierto a nuevas experiencias y estímulos, incluyendo voces de personas que no son familiares.
Al ver los resultados, algunas personas han pensado que es el cerebro el que hace que los adolescentes dejen de escuchar a sus padres. Pero eso no es cierto. Las imágenes del cerebro simplemente muestran que esto ocurre. No significa que los chicos y chicas se vuelvan maliciosos y quieran ignorar a sus padres, sino que sus cerebros los impulsan a sentir más interés por nuevas experiencias debido a sus condiciones y necesidades de crecimiento. Es algo normal en esta etapa de la vida.
