Investigadores del Museo del Jurásico de Asturias (Muja) y del Museo de Historia Natural de Luxemburgo identificaron una nueva especie de ofiura, un tipo de animal marino sin espinas que es pariente de los erizos de mar y las estrellas de mar.
Borja Sánchez, el consejero de Ciencia, Empresas, Formación y Empleo, ha resaltado la importancia de este hallazgo y cómo contribuye a la reputación internacional del Museo en el ámbito científico. Sánchez y el equipo de científicos del Muja, que incluye a los geólogos José Carlos García-Ramos y Laura Piñuela, han presentado su investigación en la revista Swiss Journal of Palaeontology (que puedes leer aquí).
El paleontólogo Ben Thuy, del Museo de Historia Natural de Luxemburgo, también es autor del artículo científico junto con García-Ramos y Piñuela, que aborda estos invertebrados marinos.
Las ofiuras son criaturas marinas pertenecientes al grupo de los equinodermos, que incluye erizos y estrellas de mar. Tienen un cuerpo en forma de disco con simetría pentarradial (con 5 ángulos iguales, como un pentágono), lo que es una característica distintiva de este grupo. De este cuerpo parten cinco brazos largos, flexibles y articulados. Su esqueleto, tanto en el disco central como en los brazos, está compuesto de carbonato cálcico y consta de muchas placas y osículos.
Estos animales se desplazan en el agua abriendo y cerrando sus brazos de manera ondulante. Aunque generalmente viven en aguas marinas, algunas especies pueden tolerar temporalmente aguas con menor salinidad. Las ofiuras tienen un registro fósil que se remonta desde el Ordovícico Inferior (hace más de 470 millones de años) hasta la actualidad.
Los ejemplares de ofiuras encontrados en Asturias fueron descubiertos en una capa de caliza gris de la formación Rodiles, que data del Jurásico Inferior, hace aproximadamente 195 millones de años. En ese período, la región asturiana estaba cubierta por un mar poco profundo.
Estas ofiuras asturianas comparten similitudes con el género Arenorbis, que vivió en el Triásico. Sin embargo, presentan algunas características distintivas que las identifican como una nueva especie llamada Arenorbis Santameraensis. El nombre de la especie hace referencia a la localidad de Santa Mera en Villaviciosa, cercana a los acantilados donde se encontraron estos fósiles.