Se puede enfriar nuestro planeta utilizando pedazos de una roca llamada basalto. Esta roca es dura y proviene de los volcanes. A través de un proceso llamado ‘meteorización mejorada de rocas’, se puede acelerar la eliminación de dióxido de carbono de la atmósfera.
Los científicos de la ONU han descubierto que simplemente reducir las emisiones de gases de efecto invernadero no será suficiente para detener el calentamiento global. Necesitamos encontrar formas de sacar activamente el dióxido de carbono de la atmósfera.
Plantar árboles es una forma natural de hacerlo, pero tiene limitaciones. El carbono capturado se libera cuando los árboles se descomponen o se queman, y también hay un límite en la cantidad de árboles que podemos plantar.
Otra opción es la captura directa de aire, que succiona mecánicamente el dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacena bajo tierra. Sin embargo, esto requiere mucha energía y no encaja bien con nuestros esfuerzos por alejarnos de los combustibles fósiles.
La meteorización mejorada de rocas se encuentra en un punto intermedio entre lo natural y lo artificial. Acelera el proceso de envejecimiento natural de las rocas, que normalmente ocurre muy lentamente, para eliminar el carbono más rápidamente.
Durante miles de años, las rocas volcánicas y los acantilados han estado eliminando carbono gradualmente mientras se desgastan con la lluvia. El proceso de meteorización mejorada utiliza pedazos pequeños de roca para aumentar la superficie en contacto con la lluvia, lo que acelera la eliminación de carbono.
Para lograr una mayor eliminación de carbono, es necesario distribuir el basalto en un área más grande. Aquí es donde entran en juego los agricultores locales, quienes pueden ayudar al planeta y recibir fertilizante gratuito a cambio.
Además de retener el carbono, se ha demostrado en estudios que el basalto mejora el rendimiento de los cultivos y la calidad del pastoreo.