Cuando los pasajeros de la línea 1 del metro de Madrid vuelvan a usar el servicio entre las estaciones Sol y Valdecarros luego de las reformas, probablemente se sorprendan, pues en apariencia nada habrá cambiado. Las entradas serán las mismas Los pasillos, andenes y carros no habrán cambiado. Entonces, ¿por qué pasaron 99 días sin poder trasladarse en ese tramo?
La clave está en el interior, las obras en la línea 1 se realizan en los túneles que unen las estaciones, por los que pasamos velozmente, es por ello que el cambio no lo notaremos. La gran parte de zona sur de la línea 1, la más antigua de la red de metro, tiene tramos de balasto (piedras utilizadas en las líneas de trenes) que serán reemplazadas por hormigón. Era una reforma necesaria, pues la última vez que se realizaron trabajos allí fue hace más de 50 años.
Estas obras acortarán los tiempos de recorrido de los trenes y optimizarán los costes de mantenimiento de la vía, además, el hormigón atenuará las vibraciones y el ruido de las viviendas de quienes viven cerca.
No obstante, no todo ha sido beneficioso. Los ciudadanos han manifestado su descontento debido a que las reformas contemplaban la tala de 41 árboles. Esto se ha vuelto un problema importante para los habitantes de la zona, especialmente considerando el impacto ambiental que tendría, ya que los árboles no solo generan oxígeno sino que ayudan a atenuar las altas temperaturas del verano. Además, durante la última legislatura, la ciudad de Madrid perdió casi 80.000 árboles.